Linux 6.17-rc5 llega con una mejora de estabilidad en el driver Nouveau, pero todo se mantiene normal
Tras la rc4 de hace siete días, ya está disponible Linux 6.17-rc5 para pruebas dentro del ciclo semanal de candidatas a lanzamiento. La fotografía general es continuista: una hornada de correcciones y pequeños ajustes que mantienen el rumbo hacia la versión estable, prevista si no surge nada raro para finales de septiembre.
Entre los cambios más llamativos sobresalen una mejora de estabilidad en el driver Nouveau (soporte abierto para GPUs de NVIDIA), los preparativos del árbol del kernel de cara a la llegada de Rust 1.91, y una tanda de soporte adicional y «quirks» para plataformas x86. También hay limpieza y arreglos menores en áreas menos habituales como PCMCIA.
Qué trae Linux 6.17-rc5 esta semana
Según el propio Linus, la actividad luce “normal”: el grueso se concentra en drivers de red, cambios en GPU y sonido, con una presencia no desdeñable de cambios en herramientas (perf y selftests), algunos retoques en sistemas de archivos, arquitectura y memoria. Además se ha suprimido código muerto en el subsistema PCMCIA, un frente que rara vez aparece en los titulares.
Dentro de ese reparto, el kernel incorpora un arreglo importante en Nouveau que afectará de forma positiva a quienes utilizan el controlador abierto de NVIDIA, y deja listos varios componentes para la próxima Rust 1.91. Se trata de ajustes discretos, pero valiosos, para reducir regresiones y afinar la estabilidad.
Linux 6.17-rc5 introduce ajustes en plataformas x86 y soporte de hardware
Justo antes de este rc, se han integrado varios cambios en los platform-drivers-x86 con impacto directo en compatibilidad y consumo. El más destacado añade soporte de Intel Bartlett Lake en el driver Intel PMC (Power Management Controller), plataforma orientada principalmente a usos industriales y que se espera como último salto en el zócalo LGA-1700 con núcleos P Raptor Cove.
En el lado de AMD, el driver AMD PMC recibe un «quirk» específico para el portátil TUXEDO IB Pro Gen10 con CPU AMD, pensado para sortear comportamientos espurios del controlador 8042. Este tipo de excepciones evita fallos peculiares de firmware o BIOS que pueden traducirse en bloqueos, problemas de suspensión o eventos fantasma de teclado.
También llegan mejoras en las capas WMI de varios fabricantes: el driver ASUS WMI añade soporte para más teclas especiales en el ASUS ExpertBook B9 y activa funciones como el modo tableta en el ROG Z13, mientras que el driver HP WMI incorpora el atajo Fn + P. Son añadidos modestos, pero útiles, que pulen la experiencia diaria en estos equipos.
Más allá de los nombres propios, estas incorporaciones x86 refuerzan la tendencia a encapsular device quirks en el kernel para amortiguar rarezas de hardware: desde lecturas erráticas de sensores en determinados sistemas hasta ajustes de gestión de energía o picos térmicos, con el objetivo de evitar sorpresas como arranques problemáticos o pérdidas de rendimiento en condiciones límite.
Lo que dice Linus Torvalds y el parche grande de la semana
Linus Torvalds describe el ciclo como tranquilo y con cifras sanas, aunque destaca una singularidad: la resurrección del driver DLink/Sundance mediante un revert que vuelve a introducir alrededor de 2.000 líneas. Al margen de ese caso, el resto del conjunto son “uno o pocos liners” dispersos por diferentes subsistemas habituales.
De forma separada, el mantenedor del kernel ha criticado el uso de etiquetas Link: en commits de Git cuando no aportan información adicional frente al propio mensaje del parche, llegando a calificarlas de «basura» si no suman valor. Su comentario apunta a mantener la higiene del historial y facilitar el seguimiento de cambios relevantes.
Calendario, pruebas y a quién beneficia más
Si la cadencia continúa sin contratiempos, Linux 6.17 estable debería ver la luz a finales de septiembre. En este tramo del ciclo, las pruebas en hardware real son cruciales para detectar bordes ásperos y atajar regresiones, en especial en escenarios con equipos mixtos o con BIOS peculiametros.
Los usuarios del driver Nouveau tienen motivos para probar rc5 por la mejora de estabilidad, y quienes dependan de portátiles con integración WMI de ASUS o HP, o de las capas PMC de Intel/AMD, podrían notar un comportamiento más fino. En entornos profesionales y cloud, donde x86 sigue siendo dominante, estos retoques ayudan a reducir fricción en despliegues y mantenimiento.
Sin protagonismos estridentes, este rc5 consolida correcciones de calidad, extiende la compatibilidad x86 con nuevos soportes y “quirks”, y mantiene a punto herramientas y subsistemas menos visibles; la clase de trabajo silencioso que sostiene el ciclo del kernel y prepara el terreno para el lanzamiento final.
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